lunes, 20 de diciembre de 2021

Bajo mi piel

 Desde la primera vez que escuché la canción de la que voy a hablar supe que sería de mis favoritas. Creo que todos conocemos ese sentimiento; saber que tenemos algo especial frente a nosotros, sin importar que sea la primera vez que lo vemos. La entrada de hoy será distinta a las demás. Voy a crear un paréntesis para hablar de algo que prometí a alguien que lo haría. Algo que quiero que entienda.

Corría el año 2019, hasta la fecha, el que a todas luces sigo considerando el peor año de mi vida. No en balde mi Reino sigue roto desde entonces, aunque falten pocos días para cerrar, por fin, esta etapa. Por aquel entonces nada, y repito, nada de lo que viví, me dio un respiro en el que poder sonreír de verdad. Si en algún momento llegué a ser mínimamente feliz, fue al escuchar un disco por primera vez. 

Ninguno de los que estáis aquí necesitáis que os recuerde cuál y por qué es mi grupo favorito, ¿verdad? Creo que podemos saltarnos descripciones innecesarias. Lo que importa es que, tal como logran con cada nuevo álbum, consiguieron lo que ninguna persona fue capaz en mí cuando más lo necesitaba:

Sentirme comprendido. 

Como ese abrazo al alma que tanto necesitaba llegó esta canción. A mi parecer, una letra que cantaba al pasado, y al futuro a la misma vez. Extraño, sí, pero real. Cada cual podrá darle el significado que su corazón quiera darle; para mí, fue una pequeña ayuda para darme cuenta de que, a pesar de haberme convencido de que sí, en realidad no había encontrado lo que buscaba. De que no era feliz. De que hacía muchísimos años que no lo era de verdad.

Al escuchar esta canción mi piel se puso de punta. Algo en mi interior se estremeció con tal fuerza que sentí como si algo oculto en mi interior despertase gritando querer salir. Un sentimiento olvidado que di por muerto y que, nada más lejos de la realidad, fue el primer atisbo de comprender que seguía vivo por imposible que pareciera.

En mis peores momentos, en noches de silencio, dudas e incomprensión, hubo un nombre que volvía a mi mente. Tal vez más que un nombre, recuerdos concretos con una persona, para ser exacto. Nunca supe por qué, ni siquiera le daba importancia cuando ocurría. Por entonces, cuando más lo necesitaba, cuando se me desterraba a esas noches de indiferencia, me refugiaba en las sensaciones que me hizo vivir y que nadie más repitió. Pero sí que me preguntaba constantemente el porqué. ¿Por qué me acuerdo de ella cuando me hacen daño? ¿Por qué su recuerdo me hace reír en mitad de la noche? ¿Por qué hizo tanto por mí cuando ni siquiera hoy recibo algo parecido? Y lo que más me repetía; ¿por qué después de tanto tiempo?

A día de hoy no sabría responder a ninguna de esas preguntas, pero sí tengo algunas teorías. Creo que algo de ella seguía viviendo en mí. Una parte, por pequeña que fuese, seguía dormida, refugiada en el sótano de mi Santuario. Una parte de ella a la que años después daría nombre siendo la que espero sea mi aventura definitiva.

Creo que ahora mejor que nunca entiendo esa canción. Entiendo por qué supe que esa letra sería especial para mí la primera vez que la escuché. Entiendo por qué me acordaba de esa persona en mis peores momentos. Para mí, ese recuerdo, era un oasis que me recordaba lo mucho que podía llegar a significar para alguien. Un recordatorio que me hacía falta recordar.

A ti dedico esta canción por la que tanto me has preguntado. A ti te muestro esta letra que le canta a un pasado que no quiero que vuelva, y al futuro que deseaba encontrar, pero en el que poco a poco, fui perdiendo la fe.

Hoy saldo una de mis intrigas, con un canto a un pasado que al fin olvidé, y un abrazo al futuro que por fin encontré. A ti, te la dedico bajo una condición; no olvides que esto no es dedicarte una entrada. Lo que tengo que decir está reservado para la última publicación de Grietas de Oscuridad, una entrada que cerrará esta etapa en pocos días después de un camino que no le deseo a nadie.

Futuro= Azul.

Pasado = Rojo.


Bajo mi piel



Sé que las llagas de tus pies
sangrarán por mí también.
Que serás quien me salve por haberte sido fiel.
A tu ángel me ofrecí
y alojé dentro de mí
en mi ser, parte de tu gloria
pero ya no sé... cómo creer...

¿De qué me sirven los rezos si no existes?
Pues tus silencios quiebran mi fe.
¿Dónde te has ido? Pues no logro encontrarte
Siempre has vivido bajo mi piel.


Voy caminando ya sin ti
He escapado del redil.
Y puedo ver,
te sorprendo traicionando para ser
lo contrario de mi Dios,
el que trae la sin razón.
Y lo sé; hoy comprendo que he vivido para ti
Mas no moriré:
No por ti.


¿De qué me sirven los rezos si no existes?
Pues tus silencios quiebran mi fe.
¿Dónde te has ido? Pues no logro encontrarte
Siempre has vivido bajo mi piel.


Por ti no lloraré,
de ti no cuidaré,
no me entregaré:
Ya mis mentiras no puedo creer.


¿De qué me sirven los rezos si no existes?
Pues tus silencios quiebra mi fe.
¿Dónde te has ido? Pues no logro encontrarte
Siempre has vivido bajo mi piel.


Frente al castillo de Disney descubriste que siempre viviste en mí. Que un nombre nacido de tu recuerdo permaneció con vida. Un nombre que muy pronto será protagonista de la entrada más importante que haya escrito en muchos años.

No sé si fue un adelanto del destino o una simple casualidad, lo que sí sé es que el título de esa canción me marcó tanto, porque durante muchos años, sin saberlo, ese recuerdo siguió vivo en mí... aquellos años en los que compartí piso contigo siguieron vivos dándome fuerzas en mis peores días. Todo ello... esa valkiria viva me dio fuerzas sin saberlo, porque tú, o parte de ti, residía.. bajo mi piel.

            Vii Broken Crown

''Serás quien me salve por haberte sido fiel'' -Bajo mi piel, Mägo de Oz-

No hay comentarios:

Publicar un comentario